LUNC, originalmente conocida como Terra Luna, es una criptomoneda que formaba parte del ecosistema Terra. Este ecosistema tenía como objetivo crear una red blockchain estable y eficiente, con Terra Luna desempeñando un papel fundamental en la estabilización del precio de las monedas estables de la red a través de un diseño algorítmico. La plataforma Terra buscaba combinar la estabilidad de precios y la amplia adopción de monedas fiduciarias con la resistencia a la censura de Bitcoin y ofrecía acuerdos rápidos y asequibles.
Sin embargo, en mayo de 2021, LUNC (entonces conocida como Terra Luna) experimentó una de las caídas más dramáticas en la historia de las criptomonedas. Este evento fue provocado por la desvinculación de su moneda estable hermana, UST, que se suponía mantendría un valor estable de $1 USD. El mecanismo algorítmico que mantenía la vinculación falló en condiciones extremas del mercado, lo que provocó una espiral de muerte en la que el valor de UST y LUNC se desplomó casi hasta cero. Este evento acabó con miles de millones de dólares en valor de mercado, lo que provocó importantes pérdidas financieras para los inversores y sacudió la confianza en las monedas estables algorítmicas y en el mercado criptográfico en general.
Tras la caída, el ecosistema Terra se dividió en dos distintos blockchains en un intento de salvar el proyecto: Terra (LUNA) y Terra Classic (LUNC), siendo este último el blockchain original donde ocurrió el accidente. La comunidad Terra y sus desarrolladores han estado trabajando en planes y estrategias de recuperación para restaurar el valor y la confianza en LUNC. Los esfuerzos han incluido la quema de tokens y propuestas para revivir el ecosistema, pero el camino hacia la recuperación sigue siendo desafiante. El episodio de LUNC sirve como advertencia en el espacio de las criptomonedas, destacando los riesgos asociados con productos financieros algorítmicos complejos y la importancia de la solidez en los diseños financieros y operativos.