Tres estafadores británicos aprovecharon un error en un intercambio de criptomonedas para acumular millones. Han sido ordenados por el tribunal a reembolsar 30 millones de dólares al intercambio defraudado. Durante su ola delictiva, se entregaron a un gasto extravagante, que incluyó la distribución de vales de Amazon de alto valor y la compra de una villa en efectivo.